24 de febrero de 2010

Ellas también juegan


1934 - 2010
Sylvia B. Pressler
Juez de Nueva Jersey
Oriol Bosch, La Vanguardia- 24/02/2010

Gracias a ella, Nueva Jersey se convirtió en el primer estado de los Estados Unidos en erradicar la discriminación sexual en la Little League de béisbol. Sylvia B. Pressler nació en Nueva York, creció en el Bronx, y murió en su casa de Sparta (Nueva Jersey) a causa de un linfoma.
En 1973, la división de derechos civiles de Nueva Jersey se encargaba de los casos de discriminación. Pressler, por aquel entonces abogada, abrió las puertas de la competición a las chicas. Redactó en su resolución que "la institución de la Little League es tan americana como los perritos calientes o la tarta de manzana" y que "esta parte de América no debería negarse a las chicas". Un año más tarde, el tribunal de apelación confirmó la resolución de Pressler. A partir de ese momento, Nueva Jersey permitió jugar a las chicas en sus propios equipos, además de empezar una nueva división específica de softball femenino - béisbol jugado con pelota blanda-.Sylvia Pressler estudió en Nueva York y posteriormente se doctoró en Derecho en la Escuela de Derecho de Rutgers, en 1960. Trece años más tarde, entró en el mundo de la judicatura, en un momento en que la profesión era mayoritariamente masculina. En 1976 entró en el Tribunal Superior de Nueva Jersey y, un año más tarde, la asignaron en la división apelativa. En 1997, fue la primera mujer en ocupar el cargo de presidenta del tribunal, donde se encargó de la administración de la división apelativa.A finales de los sesenta, Pressler empezó a escribir un libro de las leyes de los tribunales de Nueva Jersey, que actualizaba cada año. Revisaba "cada caso, cada día", tal como explicó su marido, David Pressler, según Associated Press. "Trabajaba muy duro en ello. Le dedicaba su gran talento, a la vez que una gran energía". El caso de la Little League fue complicado por el momento y la relevancia pública que obtuvo, pero Pressler no tuvo demasiada dificultad en posicionarse, ya que estaba convencida de que si las chicas querían jugar y estaban capacitadas para hacerlo, no se les podía negar ese derecho.Se retiró en el 2004, con la satisfacción de poder ver a más mujeres ejerciendo de jueces que en sus inicios.

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