"Si lo construyes… ellos vendrán..."

Esta es la frase que motiva al protagonista de la película "El Campo de los sueños", para despejar su campo cultivado y construir allí un diamante de béisbol.

Y ahora, gracias al apoyo de la Fundación Canal San Carlos, construiremos aquí nuestro propio "campo de los sueños".

Estamos seguros que una vez construido, "ellos vendrán": todos los niñ@s y jóvenes que deseen practicar el deporte de la pelota caliente y que ahora tendrán un lugar adecuado y seguro para hacerlo.

En los próximos meses nivelaremos el terreno, construiremos rejas de protección, pondremos arcilla y marcaremos el campo con tiza blanca.

Si todo marcha bien, en diciembre podremos escuchar a un árbitro de la Liga gritando ¡Play!, para dar inicio a los partidos del campeonato de béisbol de menores de Santiago, jugando de home en nuestro propio campo.

Hemos dado el primer paso de un gran proyecto. Tenemos la idea y los recursos. Ahora hay que trabajar todos, para que este proyecto se materialice. Hay mucho trabajo que hacer: planos, permisos, cotizaciones, contratos, construcción, supervisión de obras, etc.

Y concluido la obra material, viene el paso más importante: hacer de este campo de juego un lugar de gran actividad para los miembros del Club, para los niños y niñas de los colegios de la comuna, para la comunidad en general.

En todo esto, el compromiso y el trabajo de todos los padres, madres y adultos del Club es esencial.

El campo de juego es una herramienta para lograr mejor los objetivos más importantes del Club, como lo definimos hace un año con esta Visión:

"El Equipo La Florida está conformado por los jugadores, entrenadores, familias y directiva, todos los cuales deben contribuir a cumplir el objetivo principal de fomentar la integración, el respeto y participación de todos los miembros del equipo, sin discriminación alguna".

En lograr ese objetivo todos y todas debemos seguir trabajando, seguros que el rumbo que hemos seguido está rindiendo frutos.

¡PLAY!

La pelota caliente sigue rodando en invierno…

En pleno invierno, la actividad del Club no para.

Este fin de semana continuamos con la Escuela de Béisbol. 25 niños y niñas asistieron al entrenamiento del día sábado y terminado el cual recibieron una bolsa de dulces para cada uno, un pequeño regalo del club, con motivo del Día del Niño, para premiar su perseverancia y esfuerzo.

Por su parte, el equipo adulto sigue entrenando en el Estadio Nacional, el sábado de 12 a 14 horas. A defender y mejorar los resyulytados obtenidos con el vicecampeonato de la serie B.

Y en el campeonato de sóftbol Copa de Las Naciones, varios miembros del equipo han reforzado las escuadras participantes. Elier en Cuba; Zaid, Ariel y Omar en Dominicana; y Felipe, en Chile, inauguraron el softbol dominical que se desarrollará hasta fines de septiembre.

Entrevista en El Mercurio

Deporte Escolar, El Mercurio

Felipe Hernández tenía sólo diez años cuando vio por primera vez a un grupo de jóvenes que trataban de golpear una pelota con un bate. Le llamó la atención y se acercó. Así comenzó su romance con el béisbol.

"Me empezó a gustar porque era un deporte poco conocido acá en Chile. Lo encontré interesante y casi nadie lo practicaba. A medida que lo fui jugando, me di cuenta de que me iba bien", dice el alumno de 2° medio del Colegio Latinoamericano.

Sus primeros golpes los dio en el Club La Florida. "Tenemos campeonatos anuales, y entrenábamos dos veces a la semana. Pero como ahora estoy fanático, ando buscando donde practicar. Además de hacerlo con mis compañeros, voy a la escuela de la Federación, en el Estadio Nacional", agrega el beisbolista de 15 años.

Por edad, Felipe debiera actuar en la serie Juvenil, que es para jugadores de hasta 18 años, pero por problemas de campeonatos no pudo. "Estuve en la liga adulta. Son más viejos y tienen bastante experiencia. Es difícil, pero me va bien. No es que me aplasten; por ejemplo, de tres veces que voy al bate, bateo una. Igual el nivel es mucho mejor", afirma.

Recordando sus inicios, reconoce que lo más complicado fue aprender a batear. "Todavía lo estoy perfeccionando. Por eso, cuando puedo veo partidos por la televisión y me ofrezco para arbitrar a los adultos. Hay que tener harta actitud, pero por suerte no me han reclamado mucho".

Para sorpresa de varios, Hernández no es el único que juega béisbol en su curso. "Somos tres. También me gusta el vóleibol, pero para el básquetbol y el fútbol no soy bueno, por la resistencia. No podría estar corriendo de arco a arco. Además, nunca me he dado el tiempo para jugarlo".

La idea de Felipe es seguir ligado al béisbol. "Voy a jugar hasta que desaparezca de Santiago.

En el norte está bien desarrollado, y algún día me gustaría ir para allá. Igual acá la selección tiene un nivel súper alto, son como los profesionales. ¿Los torneos? El A es fuerte, porque hay un equipo de venezolanos, uno de dominicanos y uno de Estados Unidos".

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